Empezamos bastante mal la noche del viernes con un pseudodiluvio en Barcelona, cenando en un paki y mirando Callejeros con los dos camareros de aquel antro. Callejeros iba de las operaciones de estetica, y tuvimos que aguantar risas de los dos camareros cada vez que salía una teta o un culo, eso mientras yo comía una hamburguesa y Àlvar un kebab que daba bastante asco. Como estábamos ya en la zona del Razz decidimos ir de bares por allí antes de entrar. El The Sound estaba cerrado (otro que cae?), y como los otros bares són o de metaleros o de góticos, decidimos entrar pronto en el Razz y tomar algo dentro. En la cola estaban todos los guiris pringados que no sabían que a la una no se entra en una discoteca y nosotros. Allí, hablando con ellos y dándoles instrucciones de como funcionaba la vida en general, nos hicimos un poco colegas de una sueca y un noruego de los que ni me acuerdo de los nombres pero que no eran nada nórdicos. Les acompañamos por toda la discoteca como si les enseñásemos nuestro piso, y cada vez que el noruego iba al servicio (en una hora, tres veces) o a la barra (en una hora dos) se acercaba algún moscón a la sueca para intentar ligar con ella; hasta pude oir algún garrulo-poeta que le dijo, literalmente y mirándole las tetas: «que nivel, Maribel…», ella hizo como si no se enterara y el garrulo andaba loco con tanto escote. Al cabo de un rato perdimos a la pareja nórdica, y cuando los volvimos a encontrar, ya estaban discutiendo en un rincón. Yo y Àlvar al ver el percal que se avecinaba nos largamos porqué si a las dos de la noche ya estaban así, no me imagino como terminaron. No los vimos veremos más.
Fuimos al Pop Bar, antes de que emperzara The Whip, y le pregunté a Buenavista cuando venían The Teenagers y quién era el cabeza de cartel del Summercase. The Teenagers vienen el 21 de junio al Razz (el finde del Sónar), y lo del Summercase no me lo quiso decir no se si por la vergüenza que da actualmente el cartel o por discreción, yo creo que un poco las dos cosas. Luego empezó el concierto y estuvimos un rato mirando a The Whip y la verdad es que sonaban mucho mejor que en estudio. Yo creo que con el directo se disimulaba un poco la voz cazallera del cantante y que es lo que no me gusta de ellos. Cuando nos íbamos a Dorian, me encontré a Yolapincho que también estaba por allí.
Dorian tiene una legión de fans que les permite seguir tocando las mismas canciones de su disco del 2006 y ese disco tiene bastantes buenas canciones, o sea que no creo que tengan prisa para sacar otro. A parte de eso, los conciertos de club en el Razz (una hora, casi sin cortes y con los temas más bailables), están bién porqué siempre te quedas con ganas de más, y nunca te aburren. El concierto estuvo muy bién, y cuando tocaron «A cualquier otra parte» la gente se volvió un poco loca, incluso un poco sobreactuada también (hay para tanto?). Como ya somos un poco abuelas, nosotros a las cuatro y media nos íbamos a casa y dejamos que la gente joven se desfasara un poco más si cabía.
El sábado me lo pasé dando vueltas por la parte alta de Barcelona con Àlvar y Vicky, dónde se supone que hay la gente más rica de la ciudad, pero yo la vi igual que en la parte baja; llegué muerto a casa. Y el domingo como tenía que descansar me lo he pasado todo tomando el sol, escuchando el nuevo de Cut Copy que es la bomba y viendo «Encadenados» de Hitchcock que también es la bomba. Desde que leí en el blog de Mogkumo que Cut Copy sacaban disco, que estoy enganchado a él. Ayer me quedé dormido escuchándolo en la terraza y terminé un poco como Magda de Algo Pasa con Mary.